Para muchas personas, el aprender a cocinar implica no solo encontrar una distracción o un pasatiempo cualquiera; pues cocinar (en un término amplio) es más que solo técnicas y procedimientos…es un arte, que eleva a la persona que lo practica y que lo disfruta. Eso es para mi la cocina, con mis obvias limitaciones para preparar diversos platillos, es una actividad que disfruto en todos sus pasos, desde elegir un vegetal perfecto, pasando por el momento en que especiamos la comida, hasta el momento en que me siento con los que amo a disfrutar del resultado, que no es otro más que ese mismo, disfrutar esta deliciosa actividad.

Ñoquis de sémola con albahaca y nueces

Existen mucha variedades de ñoquis. Los ñoquis son un tipo de pasta italiana. Se elaboran con patata, harinas y queso de ricota. Una variedad muy conocida en las regiones de Friuli y Trentino-Alto Adigio y denominada gnocchi di pane se hace con pan rallado.
He aquí una opción muy deliciosa y fácil de preparar. =) con sésamo, leche y huevos.



Ingredientes:

200 gr sémola de trigo
2/2 tazas de leche
50 gr manteca
100 cc crema de leche
2 yemas de huevo
oliva c/n
albahaca
perejil fresco
nuez moscada
nueces 100 gr
queso parmesano 150 gr


Preparación:

Calentar la leche y la manteca, condimentar con sal, pimienta y nuez moscada a gusto. Cuando rompe hervor agregar la sémola en forma de lluvia mientras se mezcla, añadir los huevos y dejar cocinar unos minutos hasta obtener una masa espesa.
Extender la masa en una fuente con una capa fina de oliva en la base y tapar con nylon para que no se forme una costra en la corteza. Dejar enfriar.

Cortar en redondeles o estirar en chorizos y cortar con forma de ñoquis, estivar en otra fuente con poquito de oliva en la base, verter la crema de leche sobre los ñoquis y añadir el queso parmesano rallado y las hojas de albahaca y perejil fresco. Llevar a horno para gratinar. Una vez doraditos presentar en plato tibio, añadir algunas nueces y hojas de albahaca fresca. Acompañar con un buen vino y pan casero.






Goulash de cerdo y papines

Una particularidad de la zona andina es que dio origen a una gran diversidad de tubérculos, raíces comestibles y granos. Dos tubérculos han llegado hasta los supermercados de las ciudades argentinas con el nombre genérico de papines andinos. Son ellos la oca (Oxalis tuberosa) y la papa liza o ulluco (Ullucus tuberosus). La ajipa (Pachirhyzus ahipa), el tubérculo con mayor contenido de proteínas conocido, de la familia de las leguminosas, fija nitrógeno y posee semillas que contienen un insecticida. El yacón (Smallanthus sonchifolius) fue propuesto como alimento apto para diabéticos.

Ingredientes:

1 kg de papines
500 gr de bondiola cortada en cubos grandes
2 cebollas
4 dientes de ajo
2 tomates
morron c/n
tomillo c/n
perejil fresco
sal y pimienta
pimieta negra en granos
comino c/n
pimentón
aceite de oliva
medio vaso de vino


Preparación:

Calentamos un poco de oliva en una olla. Cortamos los dientes de ajo y doramos. Colocamos la carne de cerdo para sellar, una vez dorada agregamos la cebolla, el morron cortados y cocinamos unos minutos. Salpimentamos a gusto y condimentamos con el comino, vertemos el vino para despegar los sabores del fondo de la olla. Agregamos los tomates cortados el perejil fresco los papines y el pimenton, añadimos agua caliente hasta cubrir la preparación, mezclamos un poco, tapamos y dejamos cocinar a fuego bajo hasta reducir la salsa. Cuando los papines estan tiernos apagamos la coccion y presentamos en plato hondo acompañando con un rico malbec :)